Ricardo Morte. Vocal de LI2FE.
El tema central de esta entrada son las redes (a)sociales y algunas reflexiones sobre los problemas que plantean las más usadas actualmente, especialmente en el caso de facebook.
Para empezar conviene recordar que las redes sociales (en realidad las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, en general) no son sostenibles. Aunque muchos usuarios piensen que todas las aplicaciones que utilizan en sus teléfonos "inteligentes“ funcionan con la batería de su terminal, en realidad dependen de cantidades inmensas de servidores que consumen un volumen de energía cada vez mayor. A continuación un par de datos:
Otro problema a tener en cuenta es el que afecta a los derechos fundamentales de los usuarios de esas redes (a)sociales, especialmente en lo que afecta a la privacidad. La mayoría de esas redes violan de forma clara la normativa vigente en esa materia. Resumiendo mucho el tema, conviene recordar que el tratamiento de datos personales se basa en el consentimiento de los afectados y que para que un consentimiento sea válido debe ser libre, específico, informado y revocable. En el caso de facebook conviene tener en cuenta que:
Sin profundizar más en los aspectos legales, cabe recordar que la función esencial de la privacidad (o la Protección de Datos, como hasta hace poco se conocía en la Europa continental) es proteger a individuos en las relaciones asimétricas de poder que se ven obligados a mantener con organizaciones que por su propia naturaleza (administración pública, fuerzas de seguridad, redes (a)sociales) son mucho más poderosas que ellos. Para dejar claro el problema en este tipo de redes no radica en las relaciones entre las personas que las usan, sino en las redes en sí mismas. Por ese motivo parece claro que no es posible que este tipo de redes funcionen de forma legal y legítima (al menos con su modelo de negocio actual).
Probablemente el problema esencial de este tipo de redes es su modelo de negocio, que está relacionado con un sistema económico basado en la maximización del beneficio, que se basa en la mercantilización del comportamiento de sus usuarios, y no solo el suyo: también el de sus “amigos”. Como ha comentado recientemente Jaron Lanier, ese modelo tiende a crear dependencias cada vez mayores entre los usuarios ( hay quien, como yo, opina que en realidad habría que llamarlos productos), pero también entre las empresas que son clientes, o potenciales clientes, de esas redes para la utilización de los datos, ya que no utilizarlas las pondría en una situación de desventaja frente a competidores que sí las usan.
Conviene recordar que pese a que me haya centrado en facebook, los problemas comentados afectan a TODAS las redes (a)sociales que tienen un modelo de negocio similar, incluyendo a twitter. He creído necesario hacer este comentario porque muchas empresas con ese modelo de negocio disfrutan de una situación de calma y de falta de atención por parte de los usuarios/productos debido a que la atención se centra en facebook.
Para finalizar quiero dejar claro que las opiniones aquí expresadas no son tecnopesimistas, el problema no son las TIC ni Internet, sino el modelo de negocio aquí reflejado. Pero ese modelo de negocio es un problema probablemente irresoluble y la única posibilidad de librarse de él es obligar a esas empresas a cambiarlo. Citando de nuevo a Jaron Lanier, mejor dicho el título de uno de sus libros, “Ten Arguments for Deleting Your Social Media Accounts Right Now”, sinceramente opino que esa es la única solución, porque como suelo decir: esas empresas son malas, pero no tontas y por eso si se iniciara un borrado masivo de cuentas reaccionarían rápidamente y ajustarían su modelo de negocio. A título informativo cabe mencionar que existen redes que funcionan sin este modelo de negocio, como Diaspora, pero son poco utilizadas porque demasiada gente utiliza las redes (a)sociales, ya que prefieren seguir a la masa (no utilizo el término manada, más adecuado, para evitar interpretaciones erróneas relacionadas con la reciente sentencia así bautizada) que está en esas redes ( situación que me recuerda un libro de Hannes Jaennicke “Wer die Herde Folgt sieht nur Ärsche”/ “Quien sigue a la manada solo ve culos).
Ahora debería quedar claro el título de esta entrada, que también se podría haber llamado “seguro que esas redes son una cosa muy interesante, pero las podéis disfrutar sin mí”, recordando un libro de David Foster Wallace “Algo supuestamente divertido que jamás volveré a hacer” sobre los cruceros (otro tema que daría para una entrada parecida a la presente).