Aníbal Monasterio Astobiza. Vocal de LI2FE.
Los científicos sociales han mostrado como las instituciones políticas y sociales moldean las interacciones individuales y dan lugar a los distintos fenómenos sociales. Conocer cómo y porqué y, al mismo tiempo, crear estrategias de control e intervención, es lo que se conoce como diseño institucional. El diseño institucional informa el diseño de sociedades liberales y democráticas. La adopción de determinadas políticas públicas y sociales benevolentes mejora el bienestar de una determinada generación, mientras que la adopción de determinadas políticas públicas y sociales restrictivas puede reducir el bienestar de una determinada generación. Abandonando esta dimensión del diseño institucional, un tanto abstracta, el diseño tecnológico también moldea las interacciones de los individuos, en su caso, con la tecnología y otros individuos. En el campo del diseño tecnológico uno puede fácilmente suponer o pensar que el diseño tecnológico solo consiste en especificar las características y propiedades de los materiales, tamaño, seguridad etc., olvidando que la tecnología también media, y hasta a veces conduce, manipula y controla, los pensamientos y acciones de sus usuarios.
En el diseño tecnológico un área de estudio de reciente creación es el diseño ético de la tecnología. Las compañías tecnológicas que diseñan sus “gadgets”, productos y servicios tienen una responsabilidad moral de llevar a cabo sus diseños de tal forma que causen el menor impacto o daño en los usuarios. Cuando hablamos de daño o impacto, el diseño ético de la tecnología no está hablando de riesgos o amenazas de un diseño que resulte en daños físicos, sino en un diseño de la tecnología que explota nuestras vulnerabilidades psicológicas. Si eres usuario de redes sociales digitales, plataformas como Facebook, Twitter etc., me gustaría que te plantearas esta simple y directa pregunta: ¿Cuántas veces al día miras tu estado? No me lo digas, seguro que contestas que más de una vez al día. Es este daño o impacto al que se refiere el diseñó ético de la tecnología. La distracción que causa “iniciar sesión” constantemente en las decenas de plataformas y redes sociales digitales que diariamente se usan. Muchas veces el diseño de los “gadgets” que usamos o de la tecnología que supuestamente ha sido creada para servir nuestras necesidades, realmente ha sido diseñada para persuadir y atrapar nuestra atención y comportamiento. El diseño ético de la tecnología trata de evitar que la tecnología secuestre nuestras mentes y atención.
En su libro, The Attention Merchants: From the Daily Newspaper to Social Media, Tim Wu, célebre por acuñar la expresión “neutralidad de la red”, describe la industria que desde principios del siglo XX ha intentado monopolizar tu atención. Con las actuales TICs esta empresa por situarse en tu “mente” para que así consumas los productos y servicios que quieren que consumas, ha alcanzado tal sofisticación que requiere un debate público por el daño que pueden causar en la autorregulación y motivación individual, pero también en la sociedad en general. “El diseño de la tecnología puede ser adictivo”, así de tajante se muestra Tristan Harris (antiguo ético de diseño de Google) y creador de la iniciativa sin ánimo de lucro “Time Well Spent” (pincha, aquí) que tiene como objetivo concienciar y sensibilizar a través del activismo, el desarrollo de estándares éticos en el diseño de la tecnología. Tristan Harris evangeliza por Silicon Valley su idea de que es necesario el diseño ético de la tecnología. Por su parte, el filósofo James Williams expresa su inquietud ante la carrera armamentística por parte de las compañías tecnológicas por distraernos en su nuevo libro Stand Out of Our Light: Freedom and Resistance in the Attention Economy. Cebo para clics (Clickbaits), bulos o noticias falsas, videos con auto-play, notificaciones etc. nos conducen a una distracción de lo que realmente es importante y realmente queremos para nosotros mismos. A nadie le gusta perder su mañana mirando gatitos en You Tube, noticias falsas en Internet, o notificaciones de Twitter o Facebook. No obstante, si admitimos que lo que hacen todas estas plataformas es vender publicidad es lógico desde un punto de vista empresarial que nuestra atención la moneticen. Cuanto más tiempo pasamos en ellas, más ganan.
El manifiesto de Jaron Lanier Ten Arguments for Deleting Your Social Media Accounts Right Now es un aviso sobre el hecho de que estamos perdiendo nuestra libertad. En la lógica de un capitalismo de la vigilancia, casi todo céntimo que una compañía tecnológica como Facebook consigue es por anunciantes y clientes que creen que el comportamiento de los usuarios de estas redes sociales digitales será modificado. Es lo que Jaron Lanier llama “esquema de modificación de conducta”. Las actuales compañías tecnológicas monitorizan todo sobre sus usuarios y ofrecen esta información a los anunciantes que por su parte desean ver sus anuncios en plataformas que saben todo de sus usuarios porque de esta forma pueden ser fácilmente manipulados para que compren. Es el modelo de negocio perfecto gracias a una tecnología que está “espiándonos” cada vez que hacemos uso de ella con el objetivo de vender lo que sabe al mejor postor.
El diseño ético de la tecnología tiene entre sus objetivos que todos llevemos una vida más centrada y productiva sin distracciones interesadas. Si pasamos nuestro tiempo usando tecnología, por lo menos que sea un tiempo que tenga un impacto positivo en nuestras vidas.