La fiesta se ha acabado (1) y por favor que nadie lo comparta en twitter ni en ninguna otra red (a)social


Ricardo Morte Ferrer, vocal de LI2FE 


Empezaré por comentar que a partir de ahora todas mis publicaciones en este blog incluirán la referencia a las redes asociales (a partir de ahora sin los paréntesis que aparecen en el título y para dejar claro a quien me refiero: cualquier servicio relacionado con los seis jinetes del apocalipsis de la era de Internet: amazon, apple, facebook, google, microsoft y twitter) en el sentido de no compartir mis textos en ellas. Esas redes son un problema, no solucionan casi nada y aportan realmente poco aparte de aquello de „que hablen de mí aunque sea bien“. Además, aunque este punto es el más importante como a la mayoría de la gente no le interesa demasiado lo menciono más tarde, atentan contra los derechos fundamentales de sus usuarios/productos y en muchos casos contra los de personas que aterrizan en ellas sin participar activamente.

Pero como ese tema será parte de una entrada posterior me limito a reiterar que pido por favor que NADIE comparta mis trabajos ahí. Con esta entrada quiero empezar una serie de comentarios sobre temas que demuestran que realmente la fiesta se ha acabado y que por mucho que nos digan no se está haciendo suficiente para afrontar la crisis climática, sino que de hecho se está pisando el acelerador en el mismo sentido que se ha hecho en los últimos 150 años, por escoger una cifra más o menos redonda. A mí me gusta comentar que a los políticos hay que juzgarlos no por lo que dicen, sino por lo que hacen y los dos mejores ejemplos, en mi opinión, son los dos últimos grandes/presuntos apóstoles del cambio: Barack Hussein Obama y Emmanuelle Macron.

Hoy me limitaré a poner algunos ejemplos sobre lo que está pasando en el ámbito de la defensa. Para poner un primer ejemplo que refleja la situación, especialmente porque es un campo en el que cada vez hay una mayor convencimiento de que hay que cambiar lo que hemos estado haciendo hasta ahora, de predicar agua y beber vino haré una breve referencia al consumo de combustible de los aviones de combate. Por poner un ejemplo: un F-15 gasta entre 4 y 5 toneladas de combustible JP-8 por hora. Y los aviones de los países de la OTAN vuelan entre 180 y 200 horas/año (estos y otros datos, así como las fuentes, se pueden encontrar aquí) A ello hay que sumar lo que sucede en el resto de países que no pertenecen a la OTAN.

A continuación se pueden comentar las inversiones que se están haciendo en la actualidad en materia de defensa. En los Estados Unidos de América el pasado Cyber Monday se gastaron 22.000 millones de dolares en nuevos submarinos nucleares (Pincha, aquí), cabe imaginarse qué se podría haber hecho con ese dinero si hubiera sido invertido en educación o salud, por poner dos ejemplos en los que los ciudadanos de ese país tienen serios problemas si no disponen de una capacidad financiera suficiente.

La autora y abogada Stacy Bannerman, en un artículo de opinión para Common Dreams el año pasado advirtió que “si no nos tomamos en serio la posibilidad de detener la Máquina de Guerra de Estados Unidos, podríamos perder la batalla más grande de nuestras vidas”(Pincha, aquí).

En nuestro país, por poner un ejemplo que con un poco de esfuerzo uno se puede tomar con humor, el proyecto insignia de la Armada española: el „Supersubmarino“ S-80 primero no podía volver a la superficie después de sumergirse y para corregir ese problema se hizo tan grande que no cabía en la base naval de Cartagena, donde debía tener su sede principal. Coste presupuestado en 2004 para cuatro submarinos de ese modelo: 2.132 millones de euros, coste estimado a finales de 2018: 3.907 millones de euros (Pincha, aquí).

Y siguiendo en este campo conviene revisar de donde procede el dinero que utilizan las empresas de armamento, dicho de otra forma, qué bancos destacan en materia de conceder créditos a esas empresas. Ese tema es especialmente significativo en etapas difíciles donde los bancos no destacan por su generosidad con los ciudadanos de a pie. El Centre Delàs de Estudis per la Pau ha investigado por ejemplo la situación del Banco Santander y tiene en su página Web esta infografía: 

Teniendo en cuenta que solo he presentado un par de ejemplos y que la Comisión Europea se ha cuadrado militarmente, nunca mejor dicho, a la solcitud de Donald Trump de aumentar su presupuesto militar en un 2% del PIB, creo que este tema es mucho más significativo de lo que cabría pensar por el espacio que le dedican la mayoría de los medios de comunicación. De hecho debería ser un tema claramente prioritario para dejar de hacer el idiota en temas que pueden liberar al planeta de este mono asesino también conocido como homo sapiens.

No me voy a atrever a recomendar a quien votar para intentar que esto se pare, porque me temo que hay pocas opciones entre los partidos actuales. Pero intentar que se piense sobre este tema y dejar de ayudar, en la medida de lo posible, a quienes viven de ese tema y lo apoyan (traducido: cancelar las cuentas con el Santander) podría suponer una mejora de la situación actual. Y quizás recordar dos „Artículos Preliminares“ de la „Paz Perpetua“ de Immanuel Kant que ya en aquellos tiempos lo tenía muy claro: 

1)Los Ejércitos Permanentes (en latín miles perpetuus) deberán desaparecer por completo con el tiempo".

2)"La deuda nacional no deberá ser contraída con el fin de ocasionar tensiones entre estados".

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